EspañolFeatured

Belleza en ofrendas locales del Día de los Muertos

Por Peyton Leone & Abraham Navarro Traducido por Desiree Osornio

Platos de maíz, flores de cempazúchitl y velas decoran una ofrenda con fotos de más de 20 amigos y familiares recordados. Una resina llamada Copal arde en un quemador de resina tradicional llamado popoxcomitl y el humo fragante flota en el aire. Este altar y otros similares se utilizan para venerar a los antepasados en la práctica mesoamericana del Día de los Muertos.

Nana Xochi Quetzalli aprendió la tradición de Maxtla de sus maestras guatemaltecas y le enseñaron las ceremonias y tradiciones mesoamericanas. Ella mantiene una ofrenda instalada durante todo el año para rezar y venerar diariamente con su familia. Quetzalli cree que el principal poder que tienen los antepasados es el de proteger y guiar a los vivos. Sus maestras le enseñaron que llamar a los antepasados es una práctica para todos.

Foto por Abraham Navarro

“Todo el mundo tiene un antepasado y todo el mundo está aquí para respetarlos y celebrarlos,” dijo Quetzalli. “Pero si no eres de esta cultura tienes que hacerlo con respeto, debes estudiar y aprender a hacerlo.”

Quetzalli y su amiga, María Mariposa, vieron la necesidad de realizar más eventos tradicionales del Día de los Muertos en el condado de Humboldt. Ellas iniciaron una ceremonia anual del Día de los Muertos llamada “Festival de Altares”, el evento ocurre el 2 de noviembre en el Gazebo de Eureka e invita a la comunidad a participar en una experiencia tradicional de Día de los Muertos.

Mariposa dijo que exhibir su altar de Día de los Muertos le permite mantener a su hijo de seis años conectado con la familia que dejó en Costa Rica cuando se mudó a los Estados Unidos.

Foto por Abraham Navarro

“Todos los años habla de ellos,” dijo Mariposa. “Le cuento sus historias y él las conoce.”

Jordan Pangelinan, estudiante de periodismo y estudiante de español, montó su altar en su dormitorio en los apartamentos de College Creek. Puso pan dulce, cempazúchitl y fotos impresas de su familia bajo una ventana que da al campo de fútbol del CPH.

Pangelinan aprendió la práctica de montar un altar en la escuela preparatoria y a través de su comunidad en Perris, California. Su familia no practicaba el Día de los Muertos, pero celebrar el Día de los Muertos le ayuda a conectar con su linaje. Su altar es un lugar para invitar a sus seres queridos fallecidos a pasar tiempo juntos.

“Me acerca a mi cultura, ya que nunca pude disfrutar de ella cuando era niña,” dijo Pangelinan.

Un miembro de la familia de Pangelinan que estaba expuesto en la ofrenda era su prima, Emma Pangelinan, que se suicidó en 2018. Había firmado para jugar al softbol en UCLA antes de morir. “Realmente me impactó, así que defiendo a los atletas y la salud mental y la asistencia terapéutica,” dijo Pangelinan.

Foto por Abraham Navarro

Julián Pelayo Bracamontes, con una doble licenciatura en kinesiología y español, tiene su altar montado en una mesa entre la jaula de su perro en su recámara. En él hay alimentos y bebidas que disfrutaba su familia y objetos que le recuerdan a familiares que han fallecido. Bracamontes dijo que su altar le recuerda que la muerte está cerca de la vida y que recordar a los muertos puede ser una experiencia positiva.

“Cuando honramos a nuestros muertos, a nuestra familia, no los lloramos realmente,” dijo Bracamontes. “Los celebramos.”

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *